Cristianos en la Bioética
La distinción entre la justicia y la rectitud social: Reflexiones desde una perspectiva cristiana
Actualizado: 8 jul
En la actualidad, el término "justicia social" se ha vuelto omnipresente en los debates y discusiones sobre la equidad y los derechos en la sociedad. Sin embargo, es importante reconocer que este concepto ha sido tergiversado y utilizado de diversas formas por segmentos de la sociedad que promueven ideas contrarias a la justicia bíblica. Es en este contexto que surge la necesidad de reflexionar sobre la distinción filosófica entre la justicia y la rectitud social desde una perspectiva cristiana.
En este artículo, exploramos cómo el concepto de "rectitud social" enfatiza la existencia de un estandarte moral al cual la sociedad necesita adherirse, y cómo esto difiere del concepto secular de "justicia social".
Justicia social: una tergiversación de la justicia bíblica
El concepto de justicia social, tal como se ha popularizado en la sociedad contemporánea, a menudo implica la redistribución de recursos y la promoción de la igualdad de derechos basados en preceptos de la izquierda liberal. Sin embargo, esta visión se aleja de la justicia bíblica, que se fundamenta en principios divinos y la búsqueda de la equidad basada en la voluntad de Dios. La justicia bíblica no solo se preocupa por la igualdad material, sino también por la justicia en el ámbito espiritual y moral.
La justicia bíblica no está atada a las prerrogativas democráticas modernas donde una mayoría social implanta o impone lo que es moralmente aceptable. Ante esta confusión de definiciones y perspectivas, los cristianos que nos adherimos a la ortodoxia bíblica, nos vemos en la necesidad de buscar alternativas léxicas para no confundir a los de adentro y a los de afuera del redil.
La justicia bíblica se basa en la idea de que todos los seres humanos son creados a imagen de Dios y, por lo tanto, tienen una dignidad intrínseca. Esto implica aspectos comunitarios de la justicia al igual que aspectos personales donde cada individuo es responsable de sus acciones y debe rendir cuentas ante Dios.
La justicia bíblica busca la restauración y la reconciliación de las relaciones rotas entre Dios y los hombres a causa del pecado, promoviendo la verdad, la misericordia y la compasión. No se trata simplemente de distribuir recursos, sino de establecer un orden social que refleje los principios divinos de amor, verdad y justicia.
Rectitud social: adherencia a un estándar moral
En contraste con la noción de justicia social secular, la rectitud social se centra en la adhesión a un estándar moral absoluto. La rectitud social reconoce que hay principios morales objetivos que no pueden ser ignorados o relativizados. Estos principios están arraigados a la vida de Jesucristo y en los valores fundamentales que Dios ha revelado a través de las Escrituras.
La rectitud social implica vivir de acuerdo con estos principios morales en todas las áreas de la vida, tanto a nivel individual como colectivo. Esto implica que nuestras decisiones y acciones deben estar en armonía con la voluntad de Dios y su llamado a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. La rectitud social nos desafía a resistir las presiones culturales y a adherirnos a la verdad y la moralidad bíblica, incluso cuando vayan en contra de las corrientes populares.
La importancia de la rectitud social en la sociedad
En un mundo donde los valores y principios morales a menudo se ven socavados, la rectitud social se vuelve fundamental para mantener una sociedad sana y justa. La adhesión a un estándar moral absoluto proporciona un marco sólido para la toma de decisiones éticas y promueve el bienestar tanto individual como colectivo.
La rectitud social nos llama a la acción, a trabajar por la justicia, el amor y la compasión en nuestra interacción con los demás basado en el anhelo de Dios de que todos lleguen al conocimiento de la verdad, (1 Timoteo 2:4). Esto nos impulsa a ser agentes de cambio en vez de agentes de aceptación y capitulación a la normalización de conductas pecaminosas en la sociedad.
En un mundo lleno de injusticias, promoviendo la dignidad humana, defendiendo los derechos fundamentales y luchando por la igualdad basada en los principios revelados a los seres humanos en las escrituras primeramente, y en la tradición, la razón y la experiencia.
La distinción filosófica entre la justicia y la rectitud social es esencial para comprender la diferencia entre la visión secular y la perspectiva cristiana en el ámbito de la equidad y los derechos. Mientras que la justicia social a menudo se ha desviado de los principios bíblicos, la rectitud social nos desafía a adherirnos a un estándar moral absoluto, arraigado en la voluntad de Dios.
Como cristianos, debemos esforzarnos por vivir vidas rectas y buscar la justicia basada en los valores eternos de la Palabra de Dios, siendo luz en medio de la oscuridad y contribuyendo a la transformación positiva de la sociedad más allá de las tendencias sociales del momento.
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